La excepción no cumple la norma.

 



Estimados compañeros/as, especialmente de Infantil y Primaria, que sois los más afectados y perjudicados por la decisión de la Administración de obligar, en su caso, a docentes y/o equipos directivos a la guarda y custodia del alumnado coincidiendo con las horas que por Ley se conceden para las elecciones sindicales de1 de diciembre, y por lo tanto convirtiendo estas en inútiles y estériles en muchos casos.

Esta carta es para denunciar una situación generada, no sabemos quién o con qué intención, pero que no tiene precedentes y que perjudica, no a los sindicatos, sino a todo el colectivo docente extremeño como así se nos ha transmitido.

De todos es sabido que el profesorado siempre ha actuado con responsabilidad y atención al alumnado ante cualquier caso excepcional. Así pues no era necesario que la Administración emitiera, y alguien hiciera pública la semana pasada, una aclaración aludiendo a que se deba ejercer la guarda y custodia en el horario al que se tiene derecho por Ley con motivo de las elecciones. La Administración, dice querer atender las necesidades excepcionales de algunas familias, pero sin aclarar qué es excepcional y cómo justificarlo por parte de estas, ergo la excepcionalidad es a la carta.

Antes que representante sindical, soy maestro, y considero muy desilusionante que se quiera atender las excepcionalidades de algunas familias y, sin embargo, no se garantice el derecho de los docentes a disponer de dos horas para ejercer su derecho al voto. Esa es la verdadera excepcionalidad, porque votamos cada cuatro años: más de 700 días lectivos sin tachadura, con un esfuerzo ímprobo, de tiempo y de recursos personales aportados vocacionalmente, que nada tiene que ver con la sumisión, realizado por compañeros y compañeras y más que ejemplar durante un periodo histórico de pandemia. No quiero pensar que exista algún interés particular para hacer callar o, simplemente,  no hacer ruido y acatar con obediencia, especialmente a los integrantes del Cuerpo de Maestros, pero sería lo que ocurriría si el profesorado no votase.

La Administración dirá que eso no imposibilita el voto. Sí y no, porque en muchos casos (recuerden que no hay mesas en todos los centros) lo dificulta, pues sin dar autonomía organizativa u obligando a estar con el alumnado hasta las 14:00 horas o las 15:30, muchos docentes, que han acabado su jornada laboral, tendrán que hacerlo fuera de ella. Sin embargo, es curioso que se “cancelen” las Actividades Formativas Complementarias para que los monitores, laborales, sí tengan ese horario para ir a votar, cuando también pueden ejercerlo fuera de su horario de trabajo. Saquen conclusiones o trasfondos.

Muchos me conocéis, otros no, pero por si acaso, no voy a pedir el voto para  la central sindical que represento en Cáceres, voy a pediros como maestro, simplemente que votéis y que lo hagáis masivamente. Y especialmente  los que se está dificultando el voto, que son maestros y maestras, pues nosotros y nosotras debemos tener voz ante la Administración. Si además el colectivo cae en el error de no ir a votar se calla a un Cuerpo ya de por sí olvidado por muchos o casi todos, y no sabremos ni qué, ni cómo, ni cuándo se nos obligará, bajo disfraz vocacional, a multiplicar nuestros esfuerzos y minimizar nuestras condiciones.

Y a los padres y madres, que además del carácter asistencial exigen con todo su derecho el educacional, recordarles que somos precisamente los docentes quienes inculcamos en sus hijos los derechos con los que crecerán, siendo el derecho a elegir a sus representantes uno tan fundamental como el de la educación. Por ello, les invito a acompañar la teoría con la práctica y, si no es absolutamente necesario, que pudiera ser que en algún caso “excepcional” lo sea, recojan a sus hijos a las 12:00 de la mañana, pues no hay mejor lección que predicar con el ejemplo. Se ve que nos queda mucho por trabajar en  las competencias básicas marcadas en la LOMLOE.

 

Saturnino Acosta, Maestro y Presidente de ANPE en Cáceres.

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