Unas elecciones muy excepcionales.

 


Hoy votan los docentes en unas elecciones donde tienen que elegir a sus representantes sindicales y dicen que sin haberlo deseado, o sí,  menuda se ha montado, porque al parecer, algunas familias así al Secretario General se han quejado. Tras unas instrucciones a los centros dadas, de cerrar a las 12:00 sus aulas, toca nota aclaratoria tras la queja formulada, aquel que con excepcionalidad su conciliación viera alterada no debe preocuparse que la escolarización, aún sin impartir lección, estará garantizada. Qué orgullo y satisfacción sentirán las familias conciliadas de no ver sus derechos en falta aunque la verdadera excepción sean unas elecciones cada 700 días lectivos celebradas, que si por perder derechos se trata, sean a los maestros que para eso se les paga. Y disculpen este lenguaje de juglar o romancero que de pueblo en pueblo antaño vagaba pero no es para menos la situación cuando en pandemia nadie se quejaba de las horas y el esfuerzo para con ellos regaladas, siendo ahora solo las dos que legalmente a  todo trabajador les es reservada las que con ira son criticadas.

Qué habremos hechos los maestros, principales perjudicados  para de esta manera ser tratados, por familias y Administración, que sí con monitores han tenido consideración y en prevención de no cumplir para con el personal laboral y lo legalmente acordado las actividades formativas han cancelado y aunque excepcionalmente la conciliación vespertina también sea anodina para esos trabajadores sus derechos son sagrados y colorín colorado que para muchos los cuentos se han acabado.

Ya sin romancero ni ironía, de todos es sabido que el profesorado siempre ha actuado con responsabilidad y atención al alumnado ante cualquier caso excepcional y no sólo excepcional, así pues no era necesario que la Administración emitiera y alguien, no sabemos con qué intención de entorpecer unas elecciones sindicales que siempre se han desarrollado con normalidad y colaboración con Administración, familias y centros escolares en total empatía, publicara la semana pasada una aclaración aludiendo a que se deba ejercer la guarda y custodia en el horario al que se tiene derecho por ley con motivo de las elecciones. La Administración, dice querer atender las necesidades excepcionales de algunas familias, pero sin aclarar qué es excepcional y cómo justificarlo por parte de estas, “ergo” la excepcionalidad es a la carta y por lo tanto deja de ser excepcional.

El que suscribe es maestro ahora en cuestiones sindicales pero considero muy desilusionante para el cuerpo que se quiera atender las excepcionalidades de algunas familias, que imagino no la gran mayoría, y que pudiera ser, nadie lo duda, y que serían atendidas, como tampoco lo dudo, pero que ante el revuelo o queja formado, la  Administración no garantice a través de muchos mecanismos organizativos que tienen ellos y los centros, el derecho de los docentes a disponer de dos horas para ejercer su derecho al voto que sí es la verdadera excepcionalidad, porque sólo ocurre cada cuatro años. No quiero pensar que exista algún interés particular para hacer callar o simplemente  no hacer ruido y acatar con obediencia, especialmente a los integrantes del cuerpo de  maestros, pero sería lo que ocurriría si el profesorado no votase, incluso alguno dice de votar pero con una queja, lo cual sería sumar a la lista más votada o la abstención que sería beneficiar a la menos votada, lo que es igual que alterar el resultado que quizás sea lo que se pretende, el tiempo lo dirá.

A las familias, que además del carácter asistencial exigen con todo su derecho el educacional, habrá que recordarles que somos precisamente los docentes quienes inculcamos en sus hijos los derechos con los que crecerán, siendo el derecho a elegir a sus representantes un derecho fundamental. Por ello, les invito a acompañar la teoría con la práctica y, si no es absolutamente necesario, que pudiera ser que en algún caso “excepcional” lo sea, recojan a sus hijos a las 12:00 de la mañana, quien pueda, pues no hay mejor lección que predicar con el ejemplo. Y a los que ven perjudicado su derecho al voto que no les callen que hagan ruido, y voten masivamente. Se ve que nos queda mucho por trabajar en  las competencias básicas marcadas en la LOMLOE.

Saturnino Acosta, maestro y Presidente de ANPE Cáceres

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