Nuevo curso escolar, viejos problemas a solucionar.

 



Sin ánimo de pecar de descortés, pues cien días no han pasado, cierto es que del nuevo curso escolar que va a comenzar, pocas novedades o políticas, reales, se pueden implementar, pues las medidas estrellas del anterior gobierno anunciadas, bajada de ratios y horas lectivas para infantil y primaria,  en un brindis al sol han quedado, ya que en las plantillas de docentes, elaboradas antes del actual gobierno, en aguas de borrajas, han quedado, tanto la bajada de ratios en Ed. infantil que lo único que ha hecho es repartir el alumnado entre los docentes con un número a veces ideal para la enseñanza, como en horas lectivas, que las sacado de las ya existentes de turnos de recreo, disminución horario por mayor de cincuenta y cinco años, reducción por proyectos, equipos directivos, etcétera. Lo que vulgarmente se ha llamado como el timo de la estampita pero en vez de billetes, horas de docencia y número de docentes en plantilla. 

Que los tiempos no han acompañado para poder abordar con seriedad y sin conejos sacados de chistera el nuevo curso escolar, es cierto, pero eso no quita que el nuevo, el cual en su programa llevaba dichas medidas, y quiero pensar de manera efectiva y real, y no a lo GOT TALENT en el apartado de ilusionistas, no quita que en cuanto ponga en marcha el inicio de curso escolar empiece a adoptar las medidas y mejoras que en su día reclamaron y prometieron.

Si tiráramos de hemeroteca, el último acuerdo sindical fallido por el anterior gobierno, fue por su negativa a eliminar la injusta y a día de hoy injustificada obligatoriedad de la presencia física de los docentes de infantil y primaria dos tardes al mes para abrir y cerrar colegios cual conserjes, y que conste que con todos mis respetos a quien realiza esa labor, pero que no es nuestra obligación.

La segunda y que más duele, es ese anuncio sin negociación ni explicación a pocos días de las elecciones regionales de la bajada de ratios sólo en el primer nivel del segundo ciclo de infantil, que lejos de aplicarse dentro de los propios centros como todos creíamos, lo cual implicaría un docente de infantil más por centro, eran alumnos a repartir entre el resto de centros, es decir, aumentar alumnado entre los que no estaban saturados, hasta saturarlos, y encima fastidiar a la libre elección de algunos padres y madres.

En el mismo paquete, rebaja de horas lectivas, pero no de docencia directa, que era de lo que se trataba. Una vez pasada las elecciones, y quiero pensar que el resultado, como se canta en algunos campos de juego, les hubiese dado igual, se elaboraron unas plantillas incluyendo las horas lectivas que ya previamente el profesorado tenía concedidas por lo que el anuncio estrella se ha quedado como he dicho con anterioridad en un total y absoluto timo que quizás fue culpa nuestra por confiar, pero que en ningún momento fue negociado, y ahora entiendo el por qué.

En fin, hay nuevo gobierno y la cortesía impera, al menos a los corteses, pero ya puede ponerse nuestra nueva administración a eliminar las tardes de los maestros como coloquialmente se conoce, reconocer las 24 y 23 horas lectivas reales y a aplicar la bajada de ratios reales por centro y no por localidad. Estas dos últimas no porque alegremente y conscientes lo hubiese propuesto el anterior equipo, porque también el que ahora gobierna lo propuso.

Y con posterioridad, bajada de burocracia, equiparación salarial, enfermera escolar, etcétera. Nada que los que están no hayan reclamado con anterioridad y ahora tengan la potestad. Sin prisas, pero sin pausas.


Saturnino Acosta Presidente de ANPE Cáceres.

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