Cien días más.
Quizás no lleguen a cien
días, con cincuenta sean suficientes, hasta los primeros presupuestos generales
de Extremadura, pero de momento, en Educación al menos, el resto lo desconozco,
el Gobierno de María Guardiola a través de su Consejera, María Mercedes Vaquera
tiene un voto de confianza y quien me conozca y lea asiduamente sabrá que no
soy precisamente de dar votos de confianza y menos a políticos.
Sí, debo reconocer que hasta
ahora, con cien días de gobierno, los augurios no son para tirar muchos
cohetes, faltan muchos, pero sí alguno, que invita a la confianza más que a la
desconfianza. Todo sea que llegue Don Dinero, los presupuestos, y donde he
dicho digo, diga Diego.
En primer lugar se han
flexibilizado las jornadas de tarde de los docentes de infantil y primaria que
era una reivindicación y exigencia que no se sostenía salvo prejuicios
antediluvianos de la escuela del siglo XIX, y en apenas cien días, instrucción
ésta que por si alguien no lo sabe, y por mucho que populistas y populismos
digan el consabido “conseguido”, ha sido asumido por esta Consejería tras años de
demandas y reuniones con aquellos que anteriormente estaban en la oposición,
ahora en el gobierno. Recordatorio para aquellos que siempre luchan cuando “su
partido” no está en el Gobierno, por eso
hay que reunirse y reivindicar y luchar esté quién esté, los unos o los otros,
pero siempre luchar con y para el profesorado, independientemente de quién
gobierne.
En segundo lugar, confianza
porque el gobierno actual ha desoído las exigencias de su socio de coalición,
Vox, respecto al pin parental, pin que a día de hoy, y es mi particular visión,
siendo también la de la central sindical a la que represento, sólo coarta y
delimita no solo la libertad de cátedra de los docentes, sino la impartición de
conocimientos y valores universales que hoy más que nunca deben regirnos.
En tercer lugar, confianza
porque tampoco les ha temblado el pulso al rechazar la educación afectivo
sexual como materia en sí misma, como pedía Podemos, que no tiene cabida en
nuestro currículo cuando transversalmente y en cada sesión y enseñanza nuestros
docentes la tienen muy presente según etapa.
Son sólo cien días, y la
cortesía para quien ocupa cargo ha pasado, pero debo ser sincero con esos cien
días, y por ahora, sin presupuestos aun, al menos en Educación, que es lo que
me compete, no puedo saltar de alegría, pero tampoco y mucho menos puedo rasgarme las vestiduras, de hecho debo reconocer
que para con tan poco tiempo, no hay queja, pero son apenas cien días, la
verdad, la prueba del algodón, vendrá en breve, con los presupuestos.
La primera prueba del algodón serán las
plantillas orgánicas, que como se ha prometido no se recorten, incluso se
amplíen aplicando la jornada para el curso siguiente a 23 horas lectivas, la
segunda, las ratios de alumnos, la tercera la discriminación salarial, que los
docentes extremeños cobramos con los docentes que más cobran en el Estado la
no despreciable cifra de setecientos
euros, es decir homologación salarial, como en Andalucía, la descarga que no la
carga de la burocracia o el reconocimiento social y laboral de nuestra
profesión.
Cien días tampoco dan para
mucho, al principio, pero cuatro años dan para más de catorce cien días, y después
de los primeros, disculpen, pero tienen trece cien días para cumplir las
expectativas y si no, aquí estaremos para recordarlas, cada día.
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