La gran reforma del profesorado.
Bueno, pues
con unos treinta años de retraso, pero al fin parece que se va a abordar una
reforma profunda del profesorado, para ello, y emulando al mítico film “los
siete magníficos”, la reforma va a versar sobre siete puntos fundamentales
creando sendos grupos de trabajo, donde participarán, el Ministerio como no
puede ser de otra manera, las CCA, obligadas a la implementación de la reforma
y los sindicatos.
Los distintos
grupos de trabajo acometerán el marco de competencias profesionales docentes,
la formación inicial del profesorado, los sistemas selectivos e ingreso en la
función docente, la tutorización de prácticas e iniciación a la docencia, la formación
permanente del profesorado, el sistema y procedimientos para el desarrollo
profesional docente y por último y no menos importante, por la relevancia que
en el día a día pudiera conllevar, otras mejoras en el desempeño docente.
Si desglosamos cada grupo para saber qué es quién
y viceversa, el marco de competencias profesionales docentes, que debiera haber
sido abordado hace dos décadas, no es ni más ni menos, que la actualización no
sólo de nuestras funciones también de las competencias pedagógicas y didácticas,
disciplinares, comunicativas, tecnológicas, de desarrollo personal, gestión
organización, investigación, innovación o socioemocional. Eso sí, sería
deseable que el nuevo marco además de las tres áreas implicadas, no sólo la
docente o la social, también incidiera bastante más en la gran olvidada, la
personal.
Sobre la
formación inicial y permanente qué decir que no sepamos ya. Respecto a la
formación inicial, tanto egresados como funcionarios notan en demasía entre
otros, la desconexión entre teoría y la práctica. Respecto a la formación permanente,
que no quiero ponerme pesimista, una absoluta ausencia de apoyo institucional y
de políticas educativas con respecto a la formación, casi en un cien por cien
sin remunerar y fuera del horario de trabajo, además de la oferta limitada y
como en la inicial, con escasa repercusión en el aula.
Por lo
anteriormente expuesto, cobra si cabe mayor relevancia tanto elaborar un
sistema selectivo más objetivo y actualizado a las competencias a desarrollar
así como reconocer, apoyar y fomentar, la
tutorización de las prácticas docentes.
Y mientras
todo esto, que no será fácil, se va desarrollando, pasamos al último punto, ese
que todos los docentes que están dándolo todo en su día a día entienden bien.
Horario lectivo, ratios, burocracia, integración de los cuerpos al mismo al grupo
A1, relación con el resto de la comunidad educativa, cada vez más complicada y
compleja, gestión del estrés laboral, apoyo social y un largo etcétera, pero
hay uno de los que todos los gobiernos huyen, central y autonómicos por
barrios, el reconocimiento salarial justo y debido a todos estos cambios. La
razón no sólo es económica, ese reconocimiento fortalece el propósito de
nuestra profesión, compromiso y dedicación, nos motiva a la investigación y a
la innovación o simplemente nos reconoce ante una sociedad que no valora como
mereciera la función docente.
En fin, querido
Ministerio, lo primero es lo primero, que no es lo anterior, es la salud para
ir a trabajar, si Mónica García y su empeño por eliminar MUFACE no lo remedia.
Saturnino
Acosta García, Presidente de ANPE Cáceres.
https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2025/01/16/gran-reforma-profesorado-113422684.html
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