Centros escolares y salud mental.
Difícil es
negar la evidencia y, por y para ello, hemos querido constatar con datos la
realidad reinante en nuestras aulas, la demanda de las familias y como suele
pasar desde que tenemos diecisiete sistemas educativos distintos, la disparidad
de actuaciones en las distintas comunidades con respecto a la atención a la
salud mental y no solo la mental.
Padres, madres
y profesorado han querido participar ,
hasta un total de 6.221, en la encuesta
profesional e independiente que hemos encargado
a una empresa especializada, el instituto IOInvestigación para
evidenciar, exigir, demandar y concienciar a nuestras administraciones de los
problemas de salud mental que sufren el alumnado y el personal docente en
nuestro país y que actúen en consecuencia.
Los datos que
reflejan el “Diagnóstico de la salud mental en las aulas” son realmente
significativos y difíciles de obviar. Empecemos por las familias, que son
realmente las últimas beneficiarias de todo sistema educativo. Un 95,70%
demandan una especial atención a la salud mental del alumnado desde los centros
educativos. Un 93,32% algún tipo de
atención en los centros a la salud mental del alumnado. Un 70,83% que la atención a la salud mental del alumnado debe
llevarse a cabo por el personal sanitario y un 91,73% que las necesidades de
los alumnos con problemas de salud mental estarían mejor atendidas por
enfermeras escolares, llamados o llamadas así coloquialmente, profesionales
técnicos sanitarios.
Sigamos con
los profesionales de la educación. Un 90,97% señala que no se contemplan por
parte de la administración educativa, recursos o programas de apoyo para la
salud mental de profesorado en el lugar de trabajo. Un 93,36% ha observado un incremento de problemas
de salud mental en el alumnado. Un 95,54% ve
necesario tratar la salud de forma integral (física y mental) de manera
regular en el centro educativo por algún profesional. Un 97,55% considera
necesario que exista algún profesional que asesore y se encargue de la gestión
de los casos diagnosticados. Por último, un 71,70% declara no tener ningún tipo
de asesoramiento o coordinación con un profesional sanitario cualificado.
Por último,
las propias enfermeras escolares que ya están funcionando en algunas
comunidades destacan, y es preocupante, que un 62,69% ha tenido algún caso de
intento autolítico entre el alumno de su centro, esto es, “cualquier
comportamiento que cause una destrucción leve o moderada inmediata de la
superficie corporal, ocasionando sangrado, hematoma o dolor.”
El diagnóstico
completo no deja lugar a dudas, no es que sea responsable dotar a los centros
con una enfermera escolar, es irresponsable no hacerlo, máxime cuando un 92% de
las familias así lo demandan, un 95% del profesorado lo considera necesario y
un 63% de las enfermeras escolares ha tenido casos autolíticos, imaginen donde
dicha figura no exista.
https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2024/06/06/centros-escolares-salud-mental-103385863.html
Saturnino
Acosta García, Presidente de ANPE Cáceres.
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