Regreso al futuro o vuelta a la jornada partida.

 



Cual Marty Mcfly en “Regreso al futuro”, así me he sentido al escuchar la noticia de la Comunidad Autónoma de Madrid, tanto de instaurar la jornada partida, horario de mañana y tarde, como de volver a los antiguos colegios de primaria, esto es, cuando se impartía de primero a octavo, la antigua EGB, eso sí, con etapas diferenciadas, lo que han venido a bautizar como  CEIPSO, centros de Infantil, Primaria e imagino, parte de la ESO, pues sólo serán primero y segundo de dicha etapa.

Para ser sincero, la medida en sí, la de los CEIPSO, no me parece mal, de hecho siempre he sido de la opinión que los resultados académicos mejorarían significativamente si el alumnado de entre doce y catorce años de media no perdieran a dicha edad al maestro en genérico como referente, pues el paso de sexto de primaria en un colegio a un primero de la ESO en un instituto no es siempre un camino de rosas, incluido amistades y relaciones. Quizás establecer esos cursos intermedios incluso hibridando docentes de ambas etapas pudiera ser beneficioso.

Pero, y aunque yo pudiera coincidir en el fondo, lo cortés no quita lo valiente, es decir, eso se hace consensuando con el profesorado primero, o al menos oído, las familias y el alumnado. Como siempre, y parece que por mucho que lo critiquemos no se atienen a razones, el profesorado, artífice y piedra angular de cualquier cambio, modificación o reestructuración educativa, es el último en enterarse pero el primero al que se obliga su cumplimiento. Mucho debemos cambiar si de verdad queremos ser comunidad educativa pero, sobre todo, si queremos que los cambios funcionen.

Del mismo modo, y aquí sí que debo mostrar mi absoluta contrariedad y rechazo, tanto en el fondo como en la forma, es la decisión también de la Comunidad Autónoma de Madrid de establecer que todos los nuevos centros públicos adopten la jornada partida, es decir horario de mañana y tarde. Por mucho informe de experto que diga que el horario favorece el rendimiento académico, lo cierto es que del mismo modo hay informes que dicen lo contrario, del mismo modo que muchos expertos lo aconsejan para la conciliación laboral y familiar, otros lo desaconsejan, no por la conciliación pero sí por otros muchos motivos, entre ellos el propio alumnado, que podría pasar de entre ocho a nueve horas consecutivas en el centro educativo si contamos aula matinal y comedor.

En todo caso, resulta realmente lamentable que se mezcle educación, sistema educativo y profesorado con conciliación de la vida laboral y familiar, pues ni los centros escolares ni el profesorado están para eso, y lo peor es que se transmite esa sensación tanto para con el sistema educativo como para con el profesorado de devaluación de nuestro trabajo que es estrictamente profesional.

Hay y si no lo hay, debería de haber, otros mecanismos, organizaciones, instituciones, incluso concejalías, consejerías y ministerios a los que debiera competer más dichas actuaciones para la conciliación de la vida laboral y familiar, por ejemplo con la racionalización de horarios, jornada laboral, apoyo a familias, etcétera, etcétera.

Tanto cambio legislativo y pasito para delante para terminar dando pasito para atrás.

Saturnino Acosta García Presidente de ANPE Cáceres.


https://www.elperiodicoextremadura.com/opinion/2024/09/19/regreso-futuro-o-vuelta-jornada-108296852.html


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